lunes, 26 de septiembre de 2016

Recopilatorio de la novena salida

   No podemos ser más rápidos, en apenas 24 horas tenemos un puñado de fotos que nos recuerdan la bonita ruta de Peña Mea. Seguro que TODOS tenemos alguna que merezca la pena compartir con los demás, así que...


El vídeo de Alberto:




Podéis mandar vuestras fotografías a las direcciones de siempre, pero si lo hacéis a gdmeverest2012@gmail.com os estaremos doblemente agradecidos.




4 comentarios:

  1. Por lo menos hasta no hace demasiado tiempo, nos educaron algo en el miedo, en el miedo al miedo, en el miedo a vivir, a morir, casi en la melancolía, pero cuando decidimos apasionarnos por la naturaleza, descubrimos el sentido natural, sencillo, sereno y bello de la existencia; y las ganas de vivir, sin miedo, y esto es, amigos, lo que nos ha sucedido el domingo: Como siempre, imponentes, deseando vernos. Estaban alegres, llenos de luz. A todos se nos había hecho largo éste descanso. Nadie faltó a la cita, ni tú, Pepe -ya habíamos decidido, todos, dejar un trocito de nuestras mochilas para repartirnos tu encantadora personalidad. Tu alma nos vé, nos escucha, nos protege. Nosotros pondremos la voz, la palabra, a veces en silencio, sin molestar, sin hacer ruido. Desde ese lugar privilegiado, abrazado a la tierra, nos ayudarás. Conocerás la vida secreta de los árboles, serán tus amigos, te ayudarán, te cuidarán, ya verás que vida tan interesante vas a descubrir-. Belleza extrema de Sierras, Picos y Valles -según nuestro extraordinario guía, hasta Oviedo estuvo al alcance de nuestra vista-. Bosques de hayas unidos a sus piedras, preparándose para vestir los mejores colores de la nueva estación. Seres vivos agradecidos de nuestra presencia, esperando nuestra generosidad. Con el rocio y las suaves lluvias, los cortados, los collados, habían recuperado su verdor, su floración, sus olores. Buen trabajo, chiquillo!. Juan Manuel

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  2. Gracias por éstas palabras y por el recuerdo a Pepe. Ya bajando, entre Castaños y Nogales, me retrasé un poco y me quedé mirando la montaña subida.
    Entonces me acorde de Pepe

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