domingo, 28 de octubre de 2012

Ecuador, subiendo volcanes: Cotopaxi y más.

Algunos dicen que el Cotopaxi, con sus casi 5900 m de altura, es uno de los volcanes activos más altos del mundo y en el verano del 2010 nosotros estábamos dispuestos a ascenderlo.

Habíamos aterrizado en el aeropuerto de Quito el 28 de agosto por la mañana y nos dirigimos a la zona de La Alameda (zona de transición del Casco Antiguo a la Ciudad Nueva) a buscar alojamiento.

Una vez alojados salimos a despejarnos de tantas horas de vuelo (Madrid-Guayaquil-Quito) y elegimos como primer destino el Parque Itchimbia, el parque está en un pequeño cerro sobre la ciudad y subiendo las escaleras desde La Alameda fuimos conscientes (reflejado en una ralentización de nuestros movimientos y una respiración acelerada) de que habíamos aterrizado en una ciudad a 2800 metros de altura, pero una vez en el parque las vistas merecían la pena:

  




Después dimos una pequeña vuelta por el casco antiguo, aunque el jetlag y la altura pronto nos "arrastró" a la cama.

Al día siguiente, domingo, por la mañana nos acercamos al pueblo de Sangolquí (sur de Quito) a darnos una vuelta por el mercado indígena dominical, el más cercano a Quito:


Por la tarde tocó cruzar por completo Quito de sur a norte para visitar la Mitad del Mundo:
 
Dicho de otro modo, por donde los geógrafos dijeron que pasa el ecuador. Mariangeles posa sobre la línea ecuatorial, al Oeste del monumento a la Mitad del Mundo.

El lunes 30, después de dos noches en Quito, nos sentíamos con ganas de ponernos a prueba y para ello teníamos en mente el Rucu Pichincha de 4680 metros, una de las cumbres del volcán Pichincha al Este de Quito.

Para ello nos dirigimos el Teleférico de Quito:

que te aupa a una altura de unos 4000 metros y que permite desde su estación superior tener una vista privilegiada, si el tiempo acompaña, de una parte de la avenida de los volcanes. Nosotros llegamos en el momento de ver casi totalmente despejado nuestro objetivo principal, el Cotopaxi:


otras vistas:
Desde esta estación superior se puede acometer el ascenso al Rucu Pichincha:

La ascensión no tiene apenas complejidad, en la parte inicial el camino se muestra totalmente evidente, para luego convertirse en un sendero también evidente (la foto está tomada al regreso):


 tan solo en los metros finales, donde en algún momento recurriremos a las manos, hay que tener cierto cuidado para elegir los pasos más apropiados para salir a la cima:

vista desde el Rucu Pichincha del Guagua Pichincha la mayor elevación del volcán Pichincha (4794 metros):

La ciudad de Quito desde la cima:

En la parte primera del descenso cambiamos de ruta para aprovechar una ladera de ceniza, que se veía desde la cima, por la que rápidamente perdimos altura, en poco tiempo estábamos de vuelta en la estación superior del Teleférico:


Nos sentíamos bien, la altura solo nos había afectado a nivel de exigencia física y en ese aspecto nos encontrábamos fuertes, así que bajábamos pensando en concretar con alguna agencia todo lo necesario para ascender el Cotopaxi (guía y material), para ello nos dirigimos a la zona de Mariscal Sucre y allí de repente ¿lluvia?..¿en Ecuador la lluvia es jabonosa?....pues no, solo tuvimos que cambiar de acera y dejó de "llover", momento que aprovechamos para grabar el porqué de la "lluvia jabonosa":





Nos informamos convenientemente, sobre la actividad y el guía y al día siguiente (31 de agosto) nos probamos el material (del material lo más importante a probarse son las botas rígidas) y quedamos para que nos recogieran el 2 de Septiembre en Machachi. Machachi está al lado de la Panamericana Sur de camino al Parque Nacional del Cotopaxi.

Esa tarde salimos para Machachi, ¿Por qué Machachi?:

Machachi es una pequeña población a unos 40 km al sur de Quito y a unos 3000 metros de altura, desde aquí se puede ascender al Volcán Corazón de 4788 metros y habíamos pensado que sería una buena cumbre para continuar la aclimatación para el Cotopaxi.

El día 1 de Septiembre de mañana un taxi nos acercó a las faldas del Volcán a unos 3100 metros, por delante teníamos un desnivel importante pero la subida era progresiva y llevadera por entre campos de cultivo de papas en su primera parte:
A partir de los 3600-3700 metros los cultivos desaparecieron. Resulta llamativo, por el contraste con España, ver como los cultivos llegan hasta esas alturas. La ruta seguía siendo muy evidente por caminos, a 4200 metros los caminos desaparecieron y además la niebla no nos permitía ver el objetivo, la cima del Volcán Corazón:



Nuestra única orientación era seguir ganando altura y de esta manera por un terreno muy inestable llegamos a una cima:

En ese momento se abrió un fugaz claro y vimos que no era la cima principal, pero rápidamente se volvió a cubrir y empezó a nevar, así que mejor irse para abajo. Bajamos practicamente por el mismo camino hasta llegar a Aloasi, donde cogimos un autobús a Machachi.


Así amaneció el Volcán al día siguiente (2 de Septiembre), la cima que ascendimos fue la que se ve a la derecha, al final nos quedamos casi 300 metros por debajo de la cima principal, a unos 4500 metros, pero resultó una buena jornada de aclimatación, superando los 1500 metros de desnivel siempre por encima de los 3000 metros de altura.

Solo quedaba esperar por el guía y el chofer que nos recogería con un vehículo para dirigirnos al PN Cotopaxi, la espera fue mayor de lo esperado pero al final íbamos por la Panamerica hacia el Sur, camino de la entrada del parque:

En la salida de la Panamericana conocimos a los guías, digo guías en plural (Alberto y Juan Carlos) porqué resultó que también venía otro cliente alemán y por tanto los guías eran dos. Las normas con las que trabajan las agencias establecen un máximo de 2 clientes por guía en la ascensión. Cambiamos a un 4x4 que presta servicios en el Parque Nacional y llegamos al Control de Accesos.

Pagamos la entrada y avanzamos un poco más hasta un refugio donde comimos y aprovechamos para dejar las cosas que no usaríamos en la ascensión. Continuamos en el 4x4 hasta el Parqueadero a unos 4500 metros, apenas pudimos disfrutar del paisaje ya que la meteorología era bastante adversa y mientras los equipos de rescate militares subían a sus camiones (había sido una noche un tanto movida en la montaña con algún que otro despiste) nosotros con el material alquilado nos pertrechábamos para subir al refugio José Ribas:




La subida al refugio salva unos 300 metros de desnivel y se hace en Zig-Zag, con un recorrido aproximado de 1,5 km, aunque conviene, dada la altura, tomársela con calma. (La foto es del día siguiente, cuando llegamos la visibilidad era bastante mala).



Habíamos llegado bastante tarde y en Ecuador como país ecuatorial que es (valga la redundancia) anochece a las 18 horas, por lo que no hubo tiempo para acercarse al glaciar a hacer fotos, tampoco la climatología invitaba a ello, el caso es que la cosa conforme atardecía fue mejorando, permitiéndonos disfrutar de algunas vistas al atardecer:
A pesar de lo que pueda parecer por la foto, la cima desde el refugio es bastante más alta que Mariangeles.

Casi sin darnos cuentas estábamos cenando y buscando nuestro hueco en el dormitorio para pasar la noche, serían alrededor de las 21 horas:


Lo de la noche es un decir, el ascenso normalmente se inicia entre la 1 y las 2 de la madrugada, con lo que entre el poco tiempo, el saco alquilado que no es todo lo bueno que prometía y no entras en calor, los nervios, la altura, los ruidos del dormitorio...vamos que casi es un alivio ponerse en pie a las 0:30 para desayunar algo, equiparse y salir.

No sé si siempre será igual, pero la mañana de nuestro ascenso parecía que algo pasaba, los que habían intentado el ascenso el día anterior habían tenido muchas complicaciones, además había estado nevando por la noche y los guías hacían comentarios (¿en broma?¿en serio?) sobre que el estado de la nieve complicaría mucho el hacer cumbre, eran más de la 1:30 y nadie salía del refugio, entre Mariangeles y yo comentábamos que posiblemente nadie quisiera salir abriendo huella, pero de repente dieron el pistoletazo de salida y un poco antes de las 2 estábamos ascendiendo en el último tercio de la hilera de frontales que ganaban altura. Calculo que seríamos unas 10 cordadas en la montaña, el ascenso se iniciaba con zig-zag sobre terreno pedregoso, hasta que pasada algo más de media hora y rozando los 5000 metros nos detuvimos para ponernos los crampones. De los dos guías que venían en nuestro grupo, fue Alberto el que se quedó con nosotros mientras que Juan Carlos y el alemán tiraban fuertes para adelante, detrás de Alberto iba Mariangeles y yo cerraba la cordada.

El tiempo era ventoso pero sin lluvia, la nieve estaba en bastante buen estado en esta primera parte y subíamos lentos por la altura pero manteniendo un ritmo constante, de repente nuestro guía se salió de la huella remontando sobre la ladera y nos metió en un pequeña gruta de hielo, allí aprovechamos para descansar del azotante viento y tomar una chocolatina, cuando salimos de la gruta eran casi las 4:30 de la mañana y seguíamos en nuestro ascenso:



(Aunque el vídeo no se corresponde a este cima, sino que fue grabado un año después subiendo tras Mariangeles al Huayna Potosi, ilustra igualmente como es, en su mayor parte, el ascenso que se realiza en el Cotopaxi. Poco más, es lo que tiene la noche)

A eso de las 5:30 el ritmo de ascenso se ralentizó mucho, el cansancio se hacia más acusado y la exigencia para dar cada paso se hacia mayor, hacía tiempo que el viento se había detenido y se intuía cierta claridad. Yo no paraba de pensar, por la referencia de altura del altímetro barométrico de mi reloj, que no íbamos bien de tiempo para hacer cumbre (la referencia de Alberto era llegar a la misma como muy tarde a las 7:00).

De repente nos detuvimos, bebimos algo y tomamos una chocolatina, por un momento pensé que Alberto nos propondría darnos la vuelta, pero no fue así. De nuevo estábamos en marcha hacia la cumbre, la cosa se complicaba, el terreno se ponía bastante más pendiente y la nieve en ese punto no estaba en tan buenas condiciones, provocando que en ocasiones nuestros pasos fueran estériles, Mariangeles resbalaba hacia atrás en sus esfuerzos por avanzar, esa sensación que en general es desmotivante, en este caso, en que la altura hace que tengas que multiplicar el esfuerzo en cada paso, se vuelve desesperante.

Yo desde atrás trataba de ayudarla mientras pensaba," pero si no vamos en tiempo porque no damos la vuelta", de repente sentí a mi espalda el respirar de un guía con una cordada de dos chicas francesas de padre español, que previamente habíamos adelantado y que ahora parecían más fuertes que nosotros, le hice un gesto de si querían pasar y respondió con otro gesto negativo....al poco rato miré para atrás y ví que se daban la vuelta, por un momento les envidié...realmente aquella fuerte pendiente me había puesto al límite de mi resistencia, Mariangeles me diría después que a ella le movía psicológicamente la rabia y físicamente los tirones de ayuda que Alberto le daba con la cuerda....

Ya se había hecho completamente de día y el terreno perdía inclinación hasta hacerse practicamente llano,el alivio pronto pasó a preocupación cuando vimos el siguiente "obstáculo", en este caso no era una fuerte pendiente se trataba de bordear sobre un profundo vacío una "barriga" de hielo, asegurándonos con la cuerda y clavando piolet cruzamos al otro lado, de repente apareció Juan Carlos con el alemán, venían de la cumbre y nos dieron ánimos: "Ya os queda poco", la verdad es que pasado este obstáculo nos veíamos muy cerca y creo que recobramos el ánimo, a partir de aquí cada poco nos cruzábamos con gente bajando de la cima que nos hacían gestos de ánimos acompañados de palabras en el mismo sentido, bruscamente giramos hacia la izquierda y pasamos como por un pasillo accediendo a una zona llana, de repente Alberto nos dijo "la cima" y nos fijamos y vimos que el suelo estaba lleno de huellas que ya no iban más allá. En este caso la cima es la corona del cráter del volcán. Mariangeles y yo nos abrazamos realmente emocionados. Llegaba la hora de las fotos, pena de vistas, ya que ni hacia el interior del cráter ni hacia la base de la montaña había visibilidad:


Esta podría haber sido la vista que no tuvimos....
http://i227.photobucket.com/albums/dd241/tototo84/natural/2378086284_09295028ed.jpg


Eran poco más de las ocho de la mañana, una hora un tanto tarde para hacer cumbre (fuimos los últimos ese día, por el camino se quedaron algunas cordadas), así que tras las fotos invertimos el orden de la cordada, siendo yo ahora el que bajaba por delante. Tras unos primeros pasos dubitativos fui ganando en confianza y aumentando el ritmo de bajada, cuestión que no terminaba de convencer al resto y que yo notaba al verme frenado por la cuerda, supongo que Alberto no se fiaba y es lógico, de él dependía la seguridad del grupo.


Una vez que pasamos de nuevo la "barriga", las nubes empezaron a abrirse y volvimos a sacar la cámara, era el momento de hacer fotos.





De parar a comer algo bajo los hielos de Yanasacha




Y disfrutar de las vistas.





Manteníamos un ritmo bastante constante de bajada y descubríamos con la luz de la mañana los parajes por los que habíamos ascendido durante la noche....















Caprichosas formaciones heladas...



"Alberto, tomanos unas fotos..."



La prudencia imponía no pasar demasiado tiempo en la montaña, así que las fotos las justas....








De repente salimos del glaciar y ya veíamos cercano el tejado amarillo del refugio....


En el refugio tomamos otro tentempié, serían como las 11:00 cuando con todo recogido iniciábamos el descenso al Parqueadero.



Allí nos tomamos la foto de rigor:



Desandamos el camino del día anterior en el 4x4 hasta el cruce con la Panamericana, dónde nos despedimos, el alemán y los guías volvían hacia el norte a Quito, mientras que nosotros continuábamos viaje hacia el sur. Desde el arcén de la Panamericana hicimos gestos a un autobús para que parase, nuestro destino: Latacunga. Allí nos alojamos en un confortable hotel, nos aseamos, dimos un paseo por la ciudad, cenamos pronto y pronto también nos fuimos a la cama. Ese día dormimos del tirón doce merecidas horas.




Ver rutas en GOOGLE EARTH (Atención no son Tracks, esto es especialmente importante en el Caso del Cotopaxi, ya que la subida es por glaciar, por lo que la ruta es variable en función del estado del mismo):

RUCU PICHINCHA
CORAZÓN
COTOPAXI




7 comentarios:

  1. Buen reportaje!!! queremos más!!!

    ResponderEliminar
  2. Envidia, ¡¡¡¡¡¡ qué enviiiiida !!!!!! Aunque yo me hubiese tenido que dar la vuelta en el refugio. ¡Qué digo en el refugio! en el propio Quito.
    Por cierto, esa masa gelatinosa que luce Mariangeles en la nariz, ¿es crema? ¿hielo? ¿mocos? ;-)

    ResponderEliminar
  3. Gracias Cristina, seguro que habrá más. Ya sabéis que esta sección está abierta a todo el mundo, animaros a mandar vuestras rutas y las publicaremos en el Blog.

    Alberto, seguro que tú le hubieras sacado más partido a las posibilidades fotográficas de esos fantásticos lugares, además a Alberto (nuestro guía) le pasamos la cámara en manual con mucho tiempo de exposición para la luminosidad de la nieve y así salieron...que parece que caminemos por el aire.

    Antonio, te puedo asegurar que (caso de que fuese como tu dices) no serías el único, muchos minusvaloran el tema de la altura, suben en coche hasta el Parqueadero (a unos 4500 metros) desde el valle (a unos 3000 metros) con el único objetivo de llegar al refugio, y se ponen a ascender demasiado deprisa por el camino que salva los 300 metros de desnivel desde el Parqueadero, al final les ves como zombis tratando de superar los últimos metros para sentarse exhaustos en el comedor del refugio, fuimos testigos de algún caso. También en la bajada nos toco cruzarnos con gente “sufriendo” por dar un paso más.
    En cuanto a la “masa gelatinosa” es Factor de Protección 90.

    ResponderEliminar
  4. las fotos son estupendas y la redacción te centra en el viaje a la perfección. Escribe libros querido

    ResponderEliminar
  5. rodri no lo dudes jajaja

    ResponderEliminar
  6. felicidades, una gran aventura, gracias por compartirla con nosotros.

    ResponderEliminar

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.